Por qué un implante dental es una buena decisión para tu salud
Quienes lo han sufrido, saben que la pérdida de un diente natural tiene consecuencias de las que quizás no somos conscientes. La función masticatoria se ve afectada y, con ello, muchas partes del cuerpo acaban sufriendo daños colaterales. ¿Sabías, por ejemplo, si no puedes masticar adecuadamente porque te faltan piezas dentales, tu digestión será mucho más pesada?
Por eso, hoy queremos contarte por qué la colocación de un implante es mucho más que una cuestión estética. En Santisteban fuimos pioneros en el área de implantología oral en Bilbao y por eso sabemos que, por encima de todo, es un tratamiento sanitario de primer orden.
¿Qué ocurre cuando perdemos un diente y posponemos la colocación de un implante dental? Te resumimos las seis consecuencias más importantes: Los dientes cercanos tratarán de ocupar el hueco dejado. Nuestra boca está hecha de tal manera que cada diente tiene su antagonista, es decir, las 16 piezas dentales de la arcada superior ‘casan’ con las 16 piezas dentales de la arcada inferior. Así, podemos morder y triturar los alimentos de manera efectiva. Sin embargo, nuestra mordida no siempre es armónica. Entre las múltiples razones, puede estar la pérdida de una o varias piezas dentarias. Cuando esto ocurre, la piezas cercanas intentarán cerrar el hueco dejado en un intento por recuperar la normalidad de la mordida y ponérselo fácil al diente al que hemos dejado ‘huérfano’ de compañero.
Los dientes cercanos comenzarán a moverse poco a poco. Lógicamente, los dientes sanos comenzarán a moverse. Al principio serán movimientos apenas imperceptibles, pero tienes que tener en cuenta que son antinaturales que pueden desgastarlos más de lo necesario.
El cuerpo reabsorberá el hueso del maxilar porque ya no tiene ninguna estructura dental que sujetar. Esto es especialmente importante ya que con el paso del tiempo el hueso llega a desparecer haciendo necesaria una operación de elevación de seno previa a la colocación de un implante dental. Aunque es una intervención sencilla con una técnica mínimamente invasiva, siempre recomendamos a nuestros pacientes que no esperen a este momento.
La encía se retraerá poco a poco y quedará desprotegida. A la pérdida progresiva de hueso, se unirá el adelgazamiento paulatino de la encía que puede incluso dejar al descubierto parte de la raíz de los dientes colindantes causándoles hipersensibilidad dental. Además, es un síntoma muy común en personas con dentadura postiza la sensación de dolor, escozor e incomodidad en las encías. [
Tendremos problemas de masticación. Es quizás una de las consecuencias menos conocidas, pero que más vemos en nuestra consulta. Problemas digestivos porque el paciente traga los alimentos sin estar lo suficientemente triturados y obliga al estómago a trabajar el doble, rechazo de la comida porque experimentan dolor al masticar o, incluso, desarreglos alimenticios porque los pacientes tienden a eliminar muchos grupos de alimentos de su dieta por la dificultad de cortar o desmenuzar con los dientes. Sufriremos envejecimiento estético. Al contrario, esta es seguramente el efecto en el que se suele hacer más hincapié. Afortunadamente, cada vez vemos menos personas con ese rostro tan característico cuando han perdido gran parte de su dentadura: barbilla adelantada, arrugas pronunciadas alrededor de la boca y pérdida de masa labial. En cualquier caso, y como te hemos dicho al principio de este post, las cuestiones estéticas tienen un peso importante, aunque nunca olvides que un implante dental te permitirá recuperar mucho más que eso: tu salud bucodental.