Es recomendable que la primera revisión se haga entre los 12 y 18 meses de edad. Esto nos permitirá repasar consejos importantes con respecto a la dieta, cepillado y resolver posibles dudas. Además, ayuda al niño a familiarizarse con la clínica, haciéndole sentir más cómodo en sus futuras revisiones.
Los consejos y asesoramiento temprano ayudarán a evitar posibles caries y la necesidad de tratamiento dental. El mejor tratamiento es la prevención.
Si tuviera cualquier problema lo podemos detectar cuando está empezando y el tratamiento es más sencillo. La caries las ha de diagnosticar el dentista. Si son los padres los que las observan, ya suele ser tarde cuando la detectan porque para que sea evidente y veamos un agujero en el esmalte, el proceso suele estar bastante avanzado. La primera señal es la aparición de un cambio de color en el diente (blanquecino y sin brillo).