Caries en la infancia: una plaga a evitar

Muchos padres no lo saben pero la caries puede atacarnos desde muy pequeños. De hecho, existe la caries de biberón. Se denomina así porque aparece en la más tierna infancia fruto de unos hábitos de higiene y alimentación que no son los más adecuados. Tener caries y, como consecuencia, perder un diente de leche puede tener efectos negativos en la dentición definitiva de los más pequeños. Si, además, este proceso no está controlado por un dentista, los problemas pueden agravarse.

Desde Clínica Santisteban queremos darte algunos consejos que quizás no conocías para mantener a raya la salud bucodental de tu hijo o hija desde su nacimiento. Además, te recomendamos que con el primer cumpleaños de tu retoño inicies sus visitas al dentista. Evita compartir cucharas y tenedores con tu bebé o chupar la tetina del biberón para limpiarlo. La caries es una infección y, por tanto, si tú la padeces puedes contagiarlo. Investigaciones científicas han demostrado que, aunque no nacemos con caries, es la enfermedad crónica infantil más común. No dejes que tu bebé se duerma mientras toma pecho o biberón. Todas las leches, incluso la materna, contienen azúcar. Son ciertos tipos de bacterias que viven en nuestra boca los que convierten el azúcar de los alimentos en ácidos y éstos, a su vez, desencadenan la caries en el diente.

No acuestes a tu bebé con el biberón al lado. Igual que, en la edad adulta, es fundamental no irse a la cama sin haberse lavado primero los dientes, cuando somos pequeños también tenemos que dormir con la boca limpia. Piensa que el nivel de salivación baja durante la noche por lo que tendremos la boca menos hidratada poniéndoselo más fácil al ácido. Si tu bebé necesita tomas durante la noche, es mejor que las supervises tú. Entre horas, un biberón con agua es mucho más saludable que zumo o leche. Si tu bebé tiene barra libre durante todo el día de leche o zumo, las bacterias también la tendrán porque dejarás expuestos sus dientes y encías a la acción del ácido. Sustituye el biberón por un vaso antes del primer año. Lo mismo cabe decir del chupete. Según las recomendaciones de la Sociedad Española de Odontopediatría, el chupete reduce la incidencia de la muerte súbita del lactante y los efectos perjudiciales que ejerce sobre la correcta alineación de los dientes son pasajeros siempre y cuando su uso desaparezca antes de los tres años de edad.

Limpia las encías con una gasa húmeda después de cada toma. Mantén este hábito durante los primeros seis meses de vida. Como sabes la erupción de la dentición de leche comienza precisamente a esta edad. Comienza a usar un cepillo de dientes adaptándolo a su edad en cuanto comiencen a brotar los primeros dientes de leche o a partir del primer año. No lo dejes solo cepillándose los dientes hasta que haya dominado la técnica y se haga una limpieza correcta.

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